domingo, 14 de diciembre de 2014

¿Futuro...o presente?

Hace poco leí un artículo en el periódico titulado: Así será la escuela en 2030, en el que se describía una síntesis propuesta por 645 expertos en educación de todo el mundo, sobre cómo será la educación en el futuro.

Las conclusiones más significativas son las siguientes:
  • La clase magistral desaparecerá
  • El profesor se convertirá en el guía del alumno
  • El aprendizaje será personalizado, permanente y más caro
  • Tendrán más importancia las habilidades frente al saber académico
  • Internet será básico y el inglés, la lengua principal 
La realidad está cambiando, y nos enfrentamos a un futuro en el que las relaciones con los demás y con el entorno van estar condicionados por las tecnologías.
Por lo tanto, es lógico que el método educativo también sufra algunos cambios. En este vídeo, Microsoft plasmó hace ya unos años la visión de la sociedad del futuro:





El futuro de Microsoft está convirtiéndose poco a poco en el presente, del mismo modo que el sistema educativo "futurible" que propone el artículo, también se está implantando hoy en día. Metodologías de aprendizaje cooperativo, del desarrollo de las Inteligencias Múltiples, de aprendizaje competencial o de Flipped Classroom, están predominando en las aulas.

La figura del maestro se está reinventando y coge con ganas ese nuevo rol de guía del aprendizaje, de ayudar a los alumnos a aprender y a desarrollar capacidades.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Divagaciones de un maestro viajero

Tan lejos, tan diferente

Este verano he participado en un programa de voluntariado en Filipinas, organizado por la Fundación Taller de Solidaridad, vinculado a la congregación de las Siervas de san José.

El también llamado "país de las 7.000 islas" (ya que está formado por un total de 7.107 islas), me ha dado la oportunidad de conocer una cultura única y totalmente distinta a la nuestra. A 12.000 kilómetros de distancia y con una diferencia de 6 horas, la gente nos acogió con los brazos abiertos sin siquiera conocernos, dando muestras de lo que se conoce como la famosa "hospitalidad filipina".

Señas de afecto y acogida propias de la cultura y del fuerte sentimiento religioso (90% cristiano), característico de este país.

He tenido la oportunidad de conocer un centro educativo filipino desde dentro, de presenciar sesiones tanto del nivel de Infantil como en Primaria, y también de impartir clases de español en el nivel de Secundaria.

Educación en Filipinas

Como pude comprobar, el nivel educativo en Filipinas, en cuanto al currículo y contenidos, es similar al español. Mientras observaba las sesiones, hubo varios detalles que me llamaron la atención. En primer lugar, los alumnos se levantaban cada vez que venía una visita a la clase, y la saludaban al unísono, educadamente. También se percibía un ambiente diferente, como de máximo respeto a la figura del profesor, pero compatible con una buena sintonía y constante interacción entre alumno y docente.


La mayor dificultad que existe allí es la enorme diferencia entre educación privada y educación pública. Aunque es cierto que hay un mínimo porcentaje de niños no escolarizados en este país, lo que ocurre es que no hay suficientes escuelas para la cantidad de personas que lo habitan. Por tanto, los colegios públicos están hiperpoblados, con una media de entre 50 y hasta 80 alumnos por aula. Lo que hace imposible que exista una educación ya no excelente, sino básica. Imaginad, por ejemplo, una clase de 2º de Primaria con 80 niños...

Por eso, hay un gran salto cultural entre la gente con posibilidad de acceder a la educación privada y las personas que no pueden permitírselo (por desgracia la inmensa mayoría).

Experiencia en un "High School"

En el colegio de las siervas también tuvimos la ocasión de dar clases de español a los grupos del último nivel de educación secundaria (para ellos el último año de colegio, ya que terminan los estudios escolares a la edad de 16 años).

Fue una experiencia enriquecedora, para ellas (ya que era un centro femenino) y para nosotros, donde también pudimos comprobar que un aula con dos profesores compenetrados puede dar mucho juego a la dinámica de la clase. Las alumnas estuvieron atentas, tomando apuntes, haciendo múltiples preguntas y con unas contagiosas ganas de aprender.

Al final, no importa en qué parte del planeta nos encontremos, ya que las bases para ser un buen maestro y captar la atención de los alumnos son siempre las mismas. Hay que transmitir esas ganas de aprender, mostrarse cercano (guardando las distancias) y saber motivar al alumno.

domingo, 1 de junio de 2014

¡Nos vamos de excursión!

"Profe, ¿por qué vamos a la granja-escuela si estamos estudiando la Prehistoria?"

Las salidas escolares son oportunidades extraordinarias para que los alumnos vivan el aprendizaje, que no solamente reciban, sino que formen parte de ese proceso educativo.

Claro que si se programan las salidas sin sentido, puede pasar que el mismo alumno se pregunte algo parecido a la cuestión inicial. ¿Por qué?

Es cierto que la excursión siempre es algo más entretenido y divertido, y suele interesar más a los alumnos por ser algo diferente a la rutina diaria, es más atractivo. Pero aún así, una salida descontextualizada no garantiza un aprendizaje en los alumnos. El alumno adquirirá de forma significativa el contenido cuando la salida adquiera un sentido, es decir, que debe estar en relación con lo que está aprendiendo. Que no se convierta en un hecho aislado.

De todas formas, tal y como vengo comentando, el alumno adquiere un aprendizaje con mayor profundidad en el momento en el que él mismo es parte del aprendizaje. Se convierte en el protagonista indiscutible del proceso educativo. Indaga, descubre, investiga, curiosea, se ilusiona... Tal y como describía Edgar Dale en su pirámide del aprendizaje. Todo esto con la inestimable ayuda de un guía que ha de estar pendiente del camino del educando: el maestro.

Por lo tanto, mi propuesta es convertir cada día en una "salida". Que el alumno encuentre atractiva la rutina diaria, que se ilusione por aprender, que se puedan visitar varias ciudades del mundo sin salir del aula, que se pueda diseñar un circuito eléctrico, que se pueda rodar una película y convertirse en actores y directores, etc.

Los verdaderos aprendizajes se basan en experiencias de vida, en pruebas de ensayo y error, en conexiones significativas entre lo que aprendemos y lo que hacemos. Si les damos la oportunidad de tener esas vivencias sin haberlas contextualizado previamente o directamente les privamos de esas experiencias, les estamos quitando la oportunidad de desarrollar habilidades y capacidades fundamentales para el desarrollo integral del ser humano.

domingo, 16 de marzo de 2014

La magia de leer

Lee y conducirás, no leas y serás conducido.
Santa Teresa de Jesús

Hace unos días, se organizó en mi centro una actividad de cine espiritual. Fuimos al cine con nuestros alumnos (con palomitas y todo) para ver una película diferente. Los alumnos de 4º y 5º de Primaria vimos La bicicleta verde, una película árabe dirigida por una mujer. Sin previo aviso y por una confusión de la organización, el visionado fue en versión original con subtítulos.
Al llegar a clase, pregunté a mis alumnos de 4º sobre la película, a lo que la inmensa mayoría me respondió de la siguiente manera: "No me ha gustado porque había que leer".

Aunque la situación no es para alarmarse, ya que los niños no están acostumbrados a ver películas en versión original y, al fin y al cabo, cuando van al cine no es para escuchar gente hablando en árabe; sí que da una pista sobre la situación actual de nuestra sociedad.

Da la sensación de que cada vez cuesta más leer. Muchos padres vienen a las reuniones pidiendo ayuda para enganchar a sus hijos a la lectura. Mi recomendación: no desistir. En el momento en el que el niño encuentre un libro que le emocione, tendrá ganas de coger otro. Es la magia de la lectura.

De todas formas, la lectura se encuentra desbancada en estos momentos por otras formas de entretenimiento y diversión, como los medios audiovisuales. Estos métodos, permiten realizar una actividad y recibir información de forma pasiva, mientras que la lectura entraña una serie de procesos cognitivos que, normalmente, en las películas, series o entretenimientos audiovisuales, no es necesario ejecutar.
Ya lo decía José Antonio Marina en su libro La magia de leer: "¿Qué hacemos cuando leemos? Pues una serie de actividades de gran complejidad, que todavía no comprendemos del todo. En primer lugar tenemos que reconocer las palabras, lo cual significa que debemos tener en la cabeza un diccionario mental".

Por tanto, dada la importancia del fomento de la lectura en los menores, dejo algunas claves para promover la lectura en hijos y alumnos:

1. Imitación. Si observan a los mayores leyendo, los niños querrán imitar la conducta de los adultos.
2. Lectura nunca como castigo. El castigo es necesario para disminuir ciertas conductas, pero que nunca sea leyendo. De este modo, el niño acabará asociando la lectura a un sentimiento negativo.
3. Elegir libros que tengan que ver con los gustos del niño. Así, el menor se siente identificado con los personajes del libro y será un entretenimiento atractivo para él.

Es fundamental mantener motivados a los alumnos en los hábitos lectores, ya que leyendo, el niño desarrolla sensibilidades y competencias diferentes que realizando cualquier otro tipo de actividad. Una persona ya no puede ser la misma tras haber sido capitán de un barco pirata, astronauta, hechicero, aventurero o incluso dragón.